Líquen
fotografía digital, 2018 – XI región
papel canson sobre trupán y laminado mate Marco de aluminio negro.
medidas:90 x 150 cm
Entre machete y zancadas abría camino sin rumbo, piernas raspadas y aire agitado, un cielo tapado y un suelo mojado. Me mezclo en el bosque como un alma más que lo habita, me transforma, sobrevivo. Mi mente en ansia por encontrar lo no descubierto.
Pasan horas y se rompe la monotonía, río arriba y mis pasos se consolidan en adoquín húmedo.
Los sonidos cambian, entre viento, animales y el agua que predomina. Mi presencia se convierte en parte del concierto.
El foco apunta a la textura más distinta, interesado en patrones y fluidos uniformes, que se abstraen del color. Hasta que me deslumbro con un amarillo intenso y entre las piedras encuentro el beso. Su capa de patrones dorados, amarillos y negros yace hoy sobre una roca, reencarnada por un simple ser vivo alimentado por el río y pintado por pigmentos de árboles milenarios; sigue vivo desde el simbolismo a un bastidor en blanco que busca la naturaleza impregnar.